jueves, 13 de diciembre de 2012

2. LAS N.E.E DE LOS NIÑOS CON DEFICIENCIA MENTAL. ASPECTOS DIFERENCIALES EN LAS DISTINTAS AREAS DE SU DESARROLLO. IDENTIFICACIÓN DE LAS N.E.E DE ESTOS ALUMNOS.


INTRODUCCIÓN
El concepto de discapacidad es un concepto cultural, que se ha ido evolucionando a medida que cambiaban nuestras concepciones sobre el desarrollo, la inteligencia y el aprendizaje. Fue con la llegada de la LOE, 3 de mayo de 2006, cuando se produjo un cambio inclusivo a favor de todo el alumnado que acude a nuestros centros, independientemente de sus capacidades personales, físicas, intelectuales, contextuales…, introduciendo el concepto de alumnado con necesidades especificas de apoyo educativo. Concretamente, en el artículo 71 de la LOE, se refiere al alumnado con NEAE, como aquel que requiere “una atención educativa diferente a la ordinaria” ya sea por presentar NEE, por dificultades especificas de aprendizaje, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo… además esta Ley de educación está apoyada por la ley 9/1999 de Solidaridad en la Educación.
Por lo que pensamos, que lo mejor para todos los niños en general, es adaptar el currículo escolar a todos ellos, ya que las capacidades de éstos, pueden y de hecho suelen ser diferentes y por tanto sus necesidades, por lo que debemos centrarnos en el déficit de cada uno de ellos y darle una solución y para hacer esto posible, lo primordial es eliminar cualquier barrera, ya que el hecho de que existan barreras implica la no conclusión y entre todos debemos mejorar las condiciones de escolarización del alumnado con alguna necesidad educativa, debemos desarrollar en el alumnado la comunicación y el respeto tanto con los iguales como con el docente. Además, debemos eliminarlas porque éstas, las ponemos nosotros mismos, ya que una persona no es discapacitada, sino que lo es su propio entorno, haciendo esto que la persona lo sea, si entre todos conseguimos eliminarlas haciendo que el entorno se adapte a ella, ella, misma podrá desenvolverse haciendo que no sea discapacitada, sino que simplemente tiene un déficit pero que no limita a la hora de vivir en sociedad.
Aunque los centros educativos adopten medidas pedagógicas y organizativas, nosotras como docentes tenemos que atender a la diversidad, coordinándonos con el profesorado que componen la escuela, así como la familia y el entorno más cercano de los alumnos que se convierte en el lugar de entretenimiento donde el niño realiza los aprendizajes necesarios para desenvolverse en otros ámbitos, de esta manera el niño realiza los aprendizajes necesarios para desenvolverse en otros ámbitos y a través de la interacción, porque como ya sabemos, no hay otra forma de construir nuestro propio aprendizaje sino es con la ayuda de los demás.  En este sistema educativo no solo aprende el alumnado del docente sino éste de todos los niños.
Según Index para la inclusión, “la inclusión tiene que ver con la eliminación de todas las barreras para el juego, el aprendizaje y la participación de todos los niños”. La inclusión educativa es uno de los objetivos que perseguimos con la eliminación de las barreras. Por ello, la escuela inclusiva adapta las actividades para que todo el alumnado pueda realizarla conforme a sus características, sintiéndose todos incluidos en el aula como uno más y no siendo etiquetado como el “especial”.
Es decir, el educador se adapta al alumnado y no éste al educador como ocurría en las escuelas anteriores, siendo esto un matiz esencial para poder proporcionar una educación de calidad. Por ello, hemos de preguntarnos cómo atender a todo el alumnado, no cómo atender a uno o a otros, además, es fundamental que el docente conozca las limitaciones, capacidades, virtudes, modos de aprender…de cada uno de los alumnos para que no exista ningún tipo de barrera en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para ello, debemos de planificar las actividades pensando en todos los niños, siendo siempre conscientes de sus limitaciones, reduciendo o al ser posible eliminando las barreras para el juego, el aprendizaje, fomentando la participación.
En cuanto al desarrollo, en el ámbito de la discapacidad intelectual es imposible hablar de un desarrollo evolutivo típico, ya que éste varía en función de los síndromes asociados, del grado de discapacidad de la persona y de los apoyos recibidos a los largo de su ciclo vital. Algunos de los aspectos que caracterizan el proceso evolutivo son:
  • Retraso en el desarrollo: las grandes fases del desarrollo evolutivo y su orden secuencial, con los mismos que en el desarrollo normal, pero las personas con discapacidad intelectual las recorren con mayor lentitud.
  • Desarrollo “inacabado” y “viscosidad genética”: En la persona con discapacidad este desarrollo no llega a culminarse por completo en la edad adulta, ni se completa totalmente en cada una de las fases intermedias, se superan sólo en algunos aspectos. Este fenómeno ha sido descrito por autores como R. Zazzo como viscosidad genética, para poner de relieve que en las personas con DI ciertos aspectos del desarrollo parecen quedarse “pegados” en las fases evolutivas intermedias, sin terminar de superarlas.
  • Heterocronía del desarrollo: Estas personas muestran en cada fase evolutiva desniveles muy acusados en el grado de desarrollo alcanzado en diferentes capacidades. Mientras que ciertas habilidades progresan de forma más o menos cercana a las pautas evolutivas generales, otras lo hacen de forma muy lenta.
  • Déficit de integración funcional: En el desarrollo normal, las diferentes capacidades del individuo se van diferenciando y al mismo tiempo se van integrando eficazmente. Este proceso no se produce en el mismo grado en la persona con discapacidad intelectual, que suelen mostrar una alta disgregación de sus diferentes capacidades.

Podemos encontrar además, diferentes niveles de discapacidad como son:
  • Discapacidad intelectual leve: se caracteriza por una mayor lentitud y un déficit significativo, en los aspectos cognitivos del desarrollo. Este desarrollo sigue de la siguiente manera:

-     Desarrollo personal y social: Aunque algo más tarde pero llega a alcanzar completa autonomía para el cuidado personal y las actividades de la vida diaria. Pero no tienen iniciativa ni son capaces de asumir responsabilidades y realizar tareas, el campo de relaciones sociales suele ser restringido.
-   Desarrollo cognitivo: Se observa una menor eficiencia en los procesos de control atencional, en el uso de estrategias de memorización y recuperación de información y en el desarrollo de las habilidades metacognitivas.
-      Comunicación y Lenguaje: Su desarrollo es muy cercano al normal, aunque más lento, existen déficit en las habilidades relacionadas con la comunicación, las habilidades pragmáticas avanzadas, tanto conversacionales, como relacionadas con el lenguaje figurativo y la comprensión y uso de estructuras morfosintácticas complejas. El retraso fonológico suele producir dificultades en la adquisición de la lectoescritura inicial, estando la comprensión y expresión escritas también limitadas.
Dependiendo del nivel de discapacidad, el alumno tiene diferentes necesidades como pueden ser:
  • Necesidades del alumno con DI leve : en cuanto al desarrollo de la autonomía personal y social, este alumno precisa tanto el desarrollo de programas específicos de enseñanza de habilidades prácticas concretas, como cuidar la organización del entorno social para propiciar su participación efectiva, evitando la sobreprotección y la excesiva exigencia. Es muy importante insistir en los aspectos procedimentales y asegurar el éxito en las tareas propuestas. En el  desarrollo de la comunicación y el lenguaje, se deben utilizar un lenguaje correcto, sencillo, frases cortas y programar actividades de refuerzo de comprensión y expresión. En las primeras edades se debe complementar el lenguaje oral con estrategias visuales y gestuales de apoyo, mientras que en la escuela primaria se deben reforzar los diferentes componentes del lenguaje mediante la adecuada intervención logopédica. El aprendizaje de la lengua escrita y del cálculo, deben considerarse prioritarios e introducirse desde la etapa infantil mediante métodos funcionales, basados en la significatividad de las actividades de enseñanza y aprendizaje.
  • Necesidades del alumno con DI moderada: En cuanto al desarrollo de la autonomía personal y social, precisan de la aplicación de programas de refuerzo específicos, utilizando técnicas de modificación de conducta e interviniendo tanto sobre el alumno como sobre las personas con las que debe interactuar. Desde el punto de vista de su desarrollo cognitivo, suelen necesitar la combinación de adaptaciones no significativas y significativas del currículo, incluyendo una selección individualizada de objetivos y contenidos básicos y una metodología basada en la experiencia concreta y en el uso de todo tipo de facilitadores. Muchos aprendizajes deberán ser planificados utilizando técnicas de modificación de conducta como el modelado o el encadenamiento hacia atrás.  Por lo que se refiere al desarrollo de la comunicación y el lenguaje, es necesario estimularlo en el aula de apoyo, el aula ordinaria y el hogar cuando las posibilidades de comunicación oral estén muy limitadas.
  • Necesidades del alumno con DI severa y profunda: A menudo requieren una escolarización en centros específicos, con un currículo general adaptado, una disminución importante de la ratio profesor-alumno, tutores y tutoras con formación específica en EE y la dotación de todo tipo de recursos personales extraordinarios, ya que muchos de estos alumnos precisan cuidadores, rehabilitación en fisioterapia, etc.



No hay comentarios:

Publicar un comentario