Los problemas afectivos y de conducta son muy frecuentes en la
infancia. Esto se puede estudiar desde dos perspectivas:
- Personalista --> desde esta perspectiva se analiza el comportamiento teniendo en cuenta los rasgos del individuo.
- Situacionista --> se analizan las asociaciones que se establecen entre las respuestas del sujeto y las contingencias del ambiente.
A continuación, vamos a nombrar una
serie de pautas que son elementales para definir un
comportamiento como problemático. En primer lugar, estas conductas no son patológicas sino que dan en
exceso, su defecto y/o su desfase en relación con la edad del sujeto. También,
es necesario compararla con una norma de
edad, ya que lo que a una edad puede considerarse alterado, en otras puede
verse normal.
Es fundamental tener en cuenta las características del medio educativo, social
y cultural. Debe considerarse como pauta
conductual estable, dándose durante 6 meses o más. Además, la conducta debe
afectar a su entorno (alterante),
así como al desarrollo personal y
académico del propio sujeto.
Dentro de los trastornos de inicio en
la infancia, la niñez o la adolescencia podemos encontrar una clasificación de
distintos trastornos, como: retraso mental, trastornos del aprendizaje,
trastornos de las habilidades motrices, trastornos de la comunicación,
trastornos generalizados del desarrollo, trastornos
por déficit de atención y
comportamiento perturbador,
trastornos de la ingestión y de la dieta alimenticia de la infancia y la niñez,
trastornos de tics, trastornos de la eliminación, y otros trastornos referidos
a la infancia.
Nosotras nos vamos a centrar en los
trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador. Dentro de este
trastorno, podemos hacer la siguiente clasificación:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
- Trastorno disocial.
- Trastorno negativistas desafiante.
- Trastorno por comportamiento perturbador no especificado.
En cuanto al trastorno por déficit de atención con hiperactividad se subdivide
en:
- Déficit atencional --> es la incapacidad para el control voluntario de la atención. No es capaz de centrarse en una tarea. Su diagnóstico debe realizarse a partir de los 6 años.
- Actividad motriz excesiva --> es una actividad corporal excesiva y desorganizada (hiperactividad)
- La impulsividad --> es un déficit de autocontrol involuntario, lo cual desarrolla un comportamiento sin inhibición.
Estos comportamientos se desarrollan
de forma diferente según el contexto
en el que se encuentre: en la clase
el niño es poco cuidadoso con las cosas, impulsivo y desorganizado, rompe las
reglas, habla cuando no debe, molestas, etc.; en el hogar el niño es incapaz de seguir instrucciones, rompe
cosas, poco cuidadoso, ruidoso, inquieto, etc.; y con los iguales el niño es poco cuidadoso, realiza actividades
peligrosas, habla constantemente y muy rápido, etc.
Esto no quiere decir que los niños
con TDAH vayan a tener un fracaso escolar. Para ello, vamos a verlo en este
vídeo que nos lo cuenta de manera sencilla: http://www.trastornohiperactividad.com/videos-tdah
Por otro lado, nos encontramos con
las conductas perturbadoras que se
refiere a cuando el niño no sabe comportarse en sociedad, por lo que se produce
un choque entre el individuo y su entorno social, dándose dos tipos:
- El trastorno disocial el cual se considera una conducta perturbadora mediante la que se violan los derechos básicos de los demás y las normas sociales de la edad. Es el propio sujeto el que provoca el conflicto e inicia la agresión contra los demás. Este trastorno se pueden dar de dos formas: agresivo solitario, y el grupal.
- El trastorno negativista desafiante se caracteriza por tres síntomas primarios fundamentales: negativismo (se niega a cumplir las normas), hostilidad (agresividad con violencia) y desafío. Se debe tener muy en cuenta el criterio evolutivo de las alteraciones comportamentales, ya que la conducta negativista es una característica común en los procesos de individualización. Ésta se diferencia de la anterior porque aquí no hay violación de los derechos de los demás.
Los factores del comportamiento han sido analizados desde tres enfoques
posibles: enfoque conductual,
comunicativo y psicosociales.
Los factores también pueden ser: personales o situacionales. Los
factores personales son aquellos rasgos individuales que tienen relación con
los componentes básicos del
comportamiento --> cognitivo, afectivo y conductual. En cuanto a los factores
situacionales son los que están relacionados directamente con la socialización
en el hogar, en la escuela, con los iguales y en el medio comunitario,
influyendo en dicha socialización los modelos de aprendizaje, los roles, y las
evaluaciones.
Por último, vamos a analizar las
diversas estrategias de prevención desde la escuela: primarias y secundarias.
Las estrategias de prevención
primaria tienen relación con la convivencia en los centros. A nivel de centro, donde los docentes
deben reflexionar sobre su papel para actuar sobre dichos alumnos y la
comunidad educativa debe también comprometerse: en el proyecto educativo se
debe impulsar el respeto a la disciplina y las normas; en el currículo y
transversabilidad debe hacerse un planteamiento flexible del curriculum
significativo e interesante para los alumnos; en el ROF la participación de los
alumnos debe ser fundamental tanto en la elaboración de las normas como en su
aplicación; en la comisión de convivencia se debe actuar sobre los factores de
riesgo de los comportamiento, no únicamente sancionando; el consejo escolar
debe realizar una valoración de la convivencia del centro; el claustro debe
poner en común la información de cada aula, coordinar sus contenidos,
metodología, etc.; y el equipo directivo debe estimular y garantizar las normas
de convivencia.
A nivel de aula,
también deben tomarse algunas medidas como la organización del grupo-clase la
cual deberá favorecer los procesos motivacionales; el profesorado que deberá
desarrollar una serie de estrategias para favorecer el trabajo cooperativo; y
la acción tutorial donde se potenciara el papel de la tutoría como mediador de
conflictos, favoreciendo la coordinación entre tutores, orientador y familias.
En cuanto a los alumnos y a las familias,
se les debe tener informados de las normas de convivencia e implicarlos a ambos
en la elaboración de las mismas.
Por otro lado, las estrategias de
prevención secundaria se refieren a aquellas técnicas que empleamos para la
instauración de conductas, como el reforzamiento diferencial de tasas bajas de
conducta y el reforzamiento diferencial de tasas altas de conducta. También se
encuentran las técnicas para el mantenimiento de la conducta como el
reforzamiento intermitente, y las técnicas para la reducción de conductas como
la extinción, el castigo o la sobrecorrección. Además, es necesario nombrar las
técnicas de amplio rango de aplicación como los sistemas de economía de fichas,
los contratos de conductas, y el condicionamiento encubierto. Por último, se
habla de la instrucción cognitivo-conductual de Donald Meichanbaum, que se basa
en el desarrollo de la autoinstrucción para la dirección voluntaria del propio
comportamiento. La guía que se lleva a cabo es: ejemplificación cognitiva, guía
externa manifiesta, autoguía manifiesta, guía manifiesta desvanecida, y
autoinstrucción encubierta.
Hemos encontrado algunos cuentos
sobre el TDAH, que se desarrollan en diferentes situaciones (casa, colegio,
amigos) y tienen como protagonistas personajes con los que los niños pueden
identificarse.
BIBLIOGRAFÍA
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